miércoles, 27 de junio de 2012

Que viva Pakistán



Hoy me he levantado, he puesto la lavadora, he desayunado leche con galletas, he visto las noticias y me he bajado a la calle, el ascensor se ha parado en el 5º y ha entrado un señor con cara de pocos amigos "¿baja?", "Si" respondo, salgo a la calle y bajo un solecito interesante me cruzo con cientos de personas que tras detectar que las observo mientras caminan, disimulan mirar a otro lado, entro en la frutería de la que soy habitual y un amable paquistaní me saluda, me recomienda champiñones y manzanas y me garantiza que todo está muy bueno y muy barato, es la única persona amable que encima no me miente que veo hasta que acaba el día.


Champiñones, manzanas, peras, tomates, cebollas, limones, ajos, pimientos, col y perejil (comida para una semana) el pakistaní va pesando durante un tiempo las verduras hasta que llega un momento en el que solo finge pesarme la comida, ya que sabe que si me cobra más de 4'50 euros corre riesgo de que me pase a otra frutería que esté a menos de un cuarto de hora de casa, eso es primar la fidelidad y no lo de las compañías telefónicas. 

Me paso por el Caja Rural dónde el amable señor tras el cristal blindado me cobra una comisión de dos pavos por pagar el alquiler y los gastos de luz y agua (si pago el gas no como) por lo menos me actualiza a libreta, vuelvo a refunfuñar obligándome a cambiarme de caja.


Prosigo mi trayecto y me paso por el Mercadona, la gente vaga con la mirada perdida mientras cajeras y reponedores hacen honor al sistema taylorista, latón de atún, bandeja de filetes de pavo, pack de tres barras de pan, espinacas y bases de pizza congeladas, huevos, maíz, agua con gas, queso emmental, dos brics de leche y una tableta de chocolate, hago paciente la cola... 18 pavos con tarjeta y al carrito. 


Abro el buzón y me veo un sobrecito del dichoso banco y mientras voy en el ascensor leo como me van a triplicar las cuotas de la cuenta corriente y la tarjeta... llego a casa guardo la comida, saco la ropa y la tiendo en el "terrat", ventajas de vivir en un octavo, doy los buenos días al yupi que suele tomar el sol semidesnudo, que suele fingir que no existo porque le da vergüenza que le vean tomar el sol en tanga, me siento en el sillón y el presidente del gobierno me da los buenos días.


Si ya tenía los cojones inflados por la subida de las cuotas universitarias, los billetes de tren, el bonobus y el bonometro, la luz, el agua y el gas... ahora me anuncia que el IVA reducido y superreducido va a desaparecer por lo que los productos básicos (todo lo que he comprado menos el atún y el chocolate) van a  subir un 14% y los no tan básicos un 10 (o sea cultura y servicios) no se cómo voy a seguir sobreviviendo con 450 euretes pero seguro que podré, me repito el mantra "no le voté, tampoco voté al otro, ni a ningún otro que sea responsable de algo, no tengo la culpa, voté a los que tocaba"


Entonces entiendo porque el único que me sonríe y tiene pelotas de mirarme a los ojos es el pakistaní de la frutería.

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